jueves, 2 de febrero de 2012
Este email puede parecerte muchas cosas, incluso un email como cualquier otro de los cientos que te mandé durante meses. Pero éste es diferente, es el de despedida. No me voy por una semana o por dos, me voy de tu vida para siempre, porque sé que estoy de más. No me necesitás tanto como yo a vos y muchas veces me dijiste que en las relaciones hay que dar y recibir por igual; no se está cumpliendo esa regla. Siento que siempre sentí más que vos. Entonces digamos que en nuestra relación no existe un equilibrio. No nos vemos nunca o estamos peleados... Siempre hay un tema para discutir entre nosotros. A los dos nos gusta que el otro nos diga cuánto nos quiere, pero ninguno de los dos obtuvo nunca lo que quiso. Nunca fue bastante, no nos alcanzó. Tal vez a vos sí te alcanzó, porque no necesitaste nunca verme. Pero no fue suficiente para mí, que te quise con el alma y no podía verte jamás. Tampoco tuviste en cuenta que además de escuchar "te quieros" hay que demostrarlos. Shakespare dijo alguna vez: "No te ama quien no lo demuestra". Creo que describe perfectamente el amor que me tenías. "Pendeja, no lastimas a quien necesitás, tirá tu orgullo a la mierda alguna vez." Me parece que te hice demasiado caso. Dejé que vinieras cuando quisieras, que hicieras y deshicieras sin importarte nada de mí. Tal vez encuentres a alguien a quien ames tanto como te amás a vos mismo y ése va a ser el amor verdadero. Es un consejo: si yo no lo aguanté, creo que nadie lo va a aguantar, porque yo con esas cosas soy bastante paciente. Es sólo un consejo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Piensa que si fuese perfecta, ¿Qué merito tendría haber ganado tu amor? Y sé muy bien que tengo mis defectos, pero ya los tenía cuando entre a tu corazón. Ahora que lo pienso, hubo noches en las que nada de esto parecía un error. Y creo que tu estabas en mis brazos, y si mal no recuerdo, me dijiste que me amabas como soy.
NO ME PIDAS QUE VUELVA A TUS PIES.
No te preocupes que ya no te buscaré, sigue tu vida que la mía estará bien. Ya yo no caigo en este juego más, entiende que mis ojos ya no quieren llorar más.
Si fue tuyo el error, no hubieses actuado así.
Amo a otro así es la vida, y eso el mundo lo sabía. Estoy muy convencida, usted sería el mejor partido, pero nadie elije a quien querer. Por eso es que yo quisiera amarlo como usted se lo merece y no puedo, aunque quiero, no me sale del pecho lo intento y me freno. Y la cobardía por no herirlo me mantuvo en silencio, hoy confieso llevo años fingiendo. ¿Cómo inventarle sentimientos que en alma no han nacido y qué le digo al corazón? Perdón pero en verdad aquellas lágrimas que vio no eran de alergia es depresión. Sé bien que usted me ha dado el paraíso pero él en su infierno me enamoró.
Aún tus huellas viven en mi cuerpo, yo te llevo dentro.
No voy a llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario