lunes, 4 de junio de 2012


Señores, bienvenidos al mundo real.
Este es el mundo con el que les toca lidiar.
Y sí, no es fácil la cosa, pero ustedes no están solos, ni perdidos, ni vacíos. Recursos les sobran. Tienen que cruzar el muro, y para hacerlo cuentan con la llave que abre todas las puerta: la llave maestra.
Es esa llave que nos hace llorar cuando nos olvidamos que una vez amamos a alguien, no existe más la soledad. La llave maestra es esa capaz de abrir el candado más cerrado, de despertar hasta el corazón más dormido.
Es una llave que va a girar una y otra vez, hasta abrir el candado. Es la llave de los milagros y la que abre las puertas a la fe, el grillete de las cadenas que nonos dejan caminar.
Es una llave que nos vuelve osados, audaces. Nos abre la puerta a la rebeldía. Es capaz de abrir la celda de la pasión más segura... o una puerta a otra dimensión.
Esa llave maestra, ustedes la conocen, y la tienen. Esa llave maestra, que abre todas las puertas, es el amor.
No hay puerta que no se pueda abrir, ni cerradura que se resista a la llave maestra. Todo lo que necesitas es amor, decían los Beatles. Tan simple y tan complejo como eso.
Falta mucho amor en este mundo. Están matando la vida, la verdadera vida. Y la única esperanza, son ustedes. La única arma con que cuentan, es el amor. Sean fuertes en su amor y serán poderosos.
Todo lo que se necesita es amor... y claro, un poquito de esperanza.

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Piensa que si fuese perfecta, ¿Qué merito tendría haber ganado tu amor? Y sé muy bien que tengo mis defectos, pero ya los tenía cuando entre a tu corazón. Ahora que lo pienso, hubo noches en las que nada de esto parecía un error. Y creo que tu estabas en mis brazos, y si mal no recuerdo, me dijiste que me amabas como soy.
NO ME PIDAS QUE VUELVA A TUS PIES.
No te preocupes que ya no te buscaré, sigue tu vida que la mía estará bien. Ya yo no caigo en este juego más, entiende que mis ojos ya no quieren llorar más.
Si fue tuyo el error, no hubieses actuado así.
Amo a otro así es la vida, y eso el mundo lo sabía. Estoy muy convencida, usted sería el mejor partido, pero nadie elije a quien querer. Por eso es que yo quisiera amarlo como usted se lo merece y no puedo, aunque quiero, no me sale del pecho lo intento y me freno. Y la cobardía por no herirlo me mantuvo en silencio, hoy confieso llevo años fingiendo. ¿Cómo inventarle sentimientos que en alma no han nacido y qué le digo al corazón? Perdón pero en verdad aquellas lágrimas que vio no eran de alergia es depresión. Sé bien que usted me ha dado el paraíso pero él en su infierno me enamoró.
Aún tus huellas viven en mi cuerpo, yo te llevo dentro.

No voy a llorar.

No voy a llorar.